La salsa blanca es una crema que tiene la misma elaboración que la salsa bechamel tradicional, pero la diferencia es que a esta se le añade un poco de caldo, en vez de leche o nata. Hoy vamos a ver como se prepara este tipo de salsa.
Salsa blanca
El caldo aporta a esta salsa blanca un sabor más profundo y salado, lo que la convierte en una excelente opción para realzar platos elaborados con carnes, aves y vegetales. Es una salsa fácil de preparar, e ideal para quienes buscan una opción más ligera y con menos lácteos.


Salsa blanca: una variante sin leche o nata
Utensilios
- 1 cacerola o sartén
- 1 batidor de varillas
Ingredientes
- 500 ml caldo (puede ser fondo blanco de pollo, ternera o incluso caldo de verduras)
- 50 g mantequilla
- 50 g harina
- ¼ cdta. pimienta blanca molida
- Sal (al gusto)
Preparación
- En este primer paso de la elaboración pon una cacerola o sartén a fuego medio, y derrite la mantequilla hasta que esté completamente líquida. Remueve constantemente, para evitar que se queme.
- Cuando la mantequilla esté derretida, añade la harina y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea. Cocina la mezcla durante unos 2 minutos más, para eliminar el sabor a harina cruda.
- Lentamente, vierte el caldo en la cacerola mientras mezclas constantemente con un batidor de varillas. Asegúrate de añadir el caldo de forma gradual para evitar la formación de grumos, y continúa removiendo hasta que la salsa comience a espesar.
- Ahora agrega la pimienta blanca molida y una pizca de sal al gusto, y continúa removiendo la salsa para que los sabores se mezclen de forma uniforme. Deja que la salsa blanca con caldo continúe cocinándose a fuego medio, hasta que alcance la consistencia deseada. Este paso te puede llevar entre 5 y 7 minutos.
- Si la salsa blanca queda muy espesa, puedes ajustar la textura agregando un poco más de caldo. Si, por el contrario, está demasiado líquida, cocina a fuego lento y revuelve con frecuencia hasta que alcance la consistencia adecuada.
Valor Nutricional
Este tipo de salsa es una prueba mas de la enorme variedad de salsas que existen para nuestras recetas, como la salsa americana, salsa tártara, salsa rosa, salsa vinagreta o salsa de tomate.